El dueño que delega: claves para una gestión efectiva
- Ricardo Czikk
- 18 jun
- 3 Min. de lectura
Delegar no es simplemente "soltar tareas". Es un arte y una ciencia que, cuando se domina, transforma la eficiencia de tu empresa y tu propia calidad de vida como dueño. Para delegar con éxito, necesitamos entender tres pilares fundamentales que te permitirán liberar tu tiempo y potenciar a tu equipo.
1. Discrecionalidad: el poder de decidir en la incertidumbre
La discrecionalidad es la capacidad de cada persona en un puesto de tomar decisiones cuando las reglas o instrucciones fijas no son suficientes. No es arbitrariedad; es la habilidad de "pilotar" un rol, de resolver la ambigüedad e incertidumbre del día a día mediante el juicio propio.
La complejidad de un puesto se mide, precisamente, por el tiempo máximo que se le da a un colaborador para completar una tarea. Cuanto más tiempo y menos supervisión directa requiera una tarea, mayor será la necesidad de que la persona ejerza su criterio y discrecionalidad.
Es aquí donde florece la creatividad humana, permitiendo a tu equipo superar obstáculos, resolver conflictos inesperados y definir cursos de acción por sí mismos. No pagamos a las personas solo para que sigan instrucciones, sino para que hagan correctamente aquello que se les confía a su discreción.
2. Respondibilidad: la obligación de rendir cuentas
La discrecionalidad va de la mano con la respondibilidad. Este término, más allá de la "responsabilidad", denota la obligación inherente de rendir cuentas por los resultados de las decisiones tomadas, incluso sin que se le exija explícitamente al ocupante del puesto. Es estar siempre disponible para mostrar lo producido y ser accountable.
Piensa en el famoso caso del piloto Sullenberger (protagonizado por Tom Hanks en la película "Sully"), quien amerizó un avión en el río Hudson salvando todas las vidas. Demostró su respondibilidad al usar su juicio discrecional bajo una presión extrema. Su decisión, aunque fuera de lo "reglamentario", fue la correcta y la pudo justificar. No se trata solo de hacer las cosas con corrección, sino de hacer las cosas correctas.
La respondibilidad implica una cultura de la rendición de cuentas arraigada en los valores de tu organización. Sin ella, la discrecionalidad carece de dirección y propósito, y puede derivar en arbitrariedad.
3. Autoridad: el Habilitador de la Acción
La autoridad es aquello que nos permite ser "autores" de nuestro trabajo, adueñarnos de lo producido. Es fundamental recordar que pedir respondibilidad sin otorgar la autoridad necesaria es estresante y contraproducente.
Muchos mandos medios se sienten "medios sin mando", con responsabilidades, pero sin la autonomía para actuar. Si esperas que un empleado tome decisiones adecuadas, debes brindarle la autoridad necesaria para que lo haga.
La autoridad empodera, da seguridad y facilita la acción.
Delegación: el nudo que conecta los tres pilares
Delegar es, ante todo, asignar correctamente la tarea. Esto se logra estableciendo el tiempo máximo que se le da al colaborador para entregar su "producto", pidiéndole que lo haga "sin sorpresas". Este marco es el que permite y promueve el ejercicio de la discrecionalidad.
Un empleado prudente es aquel que, sabiendo de su autoridad y respondibilidad, utiliza su saber práctico para deliberar correctamente en cada situación específica y actuar en consecuencia. Es la sensatez al servicio de una buena voluntad.
Pero la buena voluntad no basta. Como dueño, debes crear las condiciones para que la delegación sea efectiva y permita que el talento de tu equipo florezca.
Conclusión: jerarquías con sentido para el crecimiento
El trabajo humano en organizaciones jerárquicas prospera con una delegación equilibrada de respondibilidad y autoridad, esenciales para el ejercicio de la discrecionalidad. El problema no son las jerarquías en sí, sino cómo las dotamos de sentido para que cada nivel de tu empresa funcione de forma óptima.
Al comprender y aplicar estos pilares, podrás delegar con mayor eficacia, liberar tu tiempo y potenciar a tu equipo, llevando a tu empresa a un nuevo nivel de crecimiento y eficiencia.
¿Te cuesta delegar o sentís que tu equipo podría ser más autónomo? Conversemos para diseñar las condiciones que tu empresa necesita.




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